¿Cómo saber si un recién nacido es moreno o blanco?

El tono de piel de un recién nacido puede no ser claro inmediatamente al nacer y puede tardar varias semanas en desarrollarse por completo. Factores como la genética, los antecedentes familiares y la producción de melanina influyen en el color de piel final. Esto es lo que debe tener en cuenta:

  • Color de piel inicial: Inmediatamente después del nacimiento, muchos recién nacidos, independientemente de su color de piel final, pueden tener la piel de color púrpura rojizo o rosado. Esto se debe a la circulación sanguínea y a la transición del recién nacido desde el útero al mundo exterior.
  • Producción de melanina: La melanina, que determina la pigmentación de la piel, tarda un tiempo en desarrollarse. Los recién nacidos con tez más oscura pueden parecer más claros al nacer y oscurecerse gradualmente a medida que aumenta la producción de melanina durante las primeras semanas o meses.
  • Genética familiar: El tono de piel del bebé está influenciado en gran medida por los tonos de piel de los padres y la familia extendida. Esto puede darle una idea de la tez final del bebé.
  • Desarrollo del color permanente de la piel: durante los primeros meses, comenzará a ver surgir el verdadero tono de piel del bebé a medida que la melanina aumenta en respuesta a la exposición a la luz.

En resumen, el color de la piel de un recién nacido al nacer no siempre es indicativo de su complexión permanente y puede cambiar durante los primeros meses de vida.

¿Qué signos son indicativos del color de la piel del recién nacido?

Aparte del tono de piel, hay otros signos que pueden darte una idea de la complexión o el origen racial del recién nacido. Estos rasgos pueden desarrollarse con el tiempo y variar entre individuos, pero algunos indicadores tempranos incluyen las siguientes características individuales.

Textura y color del cabello

Al nacer, el cabello del recién nacido puede ser fino, liso o rizado, pero la textura suele cambiar durante el primer año.
Los bebés que nacen con cabello más claro pueden oscurecerse con el tiempo, mientras que algunos que nacen con cabello muy fino o liso pueden desarrollar cabello más rizado o más grueso más adelante, según la genética.

Color de ojos

Muchos bebés, especialmente los de ascendencia europea, nacen con ojos azules o grises, pero el color de los ojos puede cambiar durante los primeros 6 a 12 meses.
La melanina también juega un papel aquí. Los bebés de ascendencia africana, asiática y latinoamericana tienen más probabilidades de nacer con ojos marrones u oscuros, que generalmente permanecen iguales.

Color de orejas

La piel detrás de las orejas puede dar una pista de la futura complexión del bebé. En algunos casos, la piel de esta zona puede oscurecerse antes que otras partes del cuerpo.

Color de los genitales y del lecho ungueal

En algunos bebés, la zona genital o el lecho ungueal pueden ser más oscuros al nacer y pueden proporcionar una indicación de cómo se desarrollará el tono de su piel.

Desarrollo de la melanina

La melanina es el pigmento responsable del color de la piel, el cabello y los ojos. Los bebés con mayor producción de melanina, que es típica de las personas de ascendencia africana, asiática o del Medio Oriente, pueden oscurecerse gradualmente con el tiempo.

Características familiares

Observar a los miembros cercanos de la familia (padres, abuelos) también puede proporcionar pistas sobre cómo se desarrollarán en el niño características como el tono de la piel, la textura del cabello y la estructura facial a medida que crezca.
Es importante tener en cuenta que la apariencia de un recién nacido puede cambiar significativamente en el primer año y que estos signos suelen tardar en desarrollarse por completo.

¿Por qué es importante el color de la piel del recién nacido?

La importancia médica del color de la piel de un recién nacido es un factor importante en el control de la salud general del bebé, en particular en la evaluación de afecciones como la ictericia y los niveles de oxigenación.

Ictericia y color de la piel

La ictericia es una afección común en los recién nacidos que se produce cuando hay una acumulación de bilirrubina, un pigmento amarillo producido durante la descomposición normal de los glóbulos rojos. El hígado procesa la bilirrubina, pero en los recién nacidos, el hígado puede no estar lo suficientemente maduro para eliminarla de manera eficiente, lo que provoca un color amarillento en la piel y los ojos.

Cómo afecta el color de la piel a la detección de la ictericia

  • Recién nacidos de piel clara: la ictericia suele ser más fácil de detectar en los recién nacidos con piel más clara porque el tinte amarillo es más obvio. Puede verse comenzando por la cara y los ojos, y si la afección empeora, se extiende al pecho, el abdomen y las extremidades.
  • Recién nacidos de piel oscura: en los bebés con piel más oscura, la ictericia puede ser más difícil de reconocer porque la pigmentación natural puede enmascarar el tono amarillento. En cambio, los padres y los médicos suelen detectar la ictericia observando: 1.) La parte blanca de los ojos (esclerótica), que puede volverse amarilla. 2.) Las encías o la piel de las palmas de las manos y las plantas de los pies, donde la ictericia puede ser más visible.

Conocimiento de la ictericia

Factores de riesgo: los bebés prematuros, aquellos con tipos de sangre diferentes a los de sus madres (lo que puede provocar la descomposición de las células sanguíneas) o los bebés con antecedentes familiares de ictericia pueden ser más propensos a la afección.

  • Gravedad: la ictericia leve suele ser inofensiva y se resuelve por sí sola en unas pocas semanas. Sin embargo, la ictericia grave puede provocar una afección llamada kernícterus, que puede causar daño cerebral si no se trata. Es importante controlar el empeoramiento de los síntomas, como letargo, mala alimentación o llanto agudo.
  • Control de los niveles de bilirrubina: los médicos utilizan análisis de sangre o un medidor de bilirrubina transcutáneo (que mide los niveles de bilirrubina a través de la piel) para evaluar la gravedad de la ictericia, independientemente del color de la piel.

Oxigenación y color de la piel

El color de la piel del recién nacido también puede indicar qué tan bien se está oxigenando el bebé. Un recién nacido sano debe tener un tono de piel rosado, mientras que los colores de piel anormales pueden indicar posibles problemas:

  • Piel azulada (cianosis): la piel azulada o violácea, especialmente alrededor de los labios y las yemas de los dedos, es un signo de niveles bajos de oxígeno en la sangre y puede indicar problemas respiratorios o cardíacos. Esto suele ser más fácil de detectar en los recién nacidos de piel más clara, pero se puede notar alrededor de los labios, la lengua y los lechos ungueales en los bebés de piel más oscura.
  • Piel pálida: la piel pálida o cenicienta puede indicar mala circulación, anemia o shock, lo que podría requerir atención médica inmediata.

Otras afecciones relacionadas con el color de la piel

  • Marcas de nacimiento: algunos recién nacidos pueden tener marcas de nacimiento como manchas mongólicas (manchas de color gris azulado que se ven comúnmente en bebés con tonos de piel más oscuros) o hemangiomas (manchas rojizas o áreas elevadas). Por lo general, son inofensivas, pero un médico debe controlarlas para detectar cualquier cambio.
  • Hematomas: es importante diferenciar entre la pigmentación natural de la piel, los hematomas por un traumatismo de nacimiento y los problemas médicos como la ictericia.

Consideraciones clave para los padres

  • Control periódico: independientemente del color de la piel de su bebé, es esencial observar los cambios en el tono de la piel, especialmente si se vuelve más amarilla, azul o pálida.
  • Control de ojos y encías: en los bebés de piel más oscura, la ictericia a menudo se detecta en la parte blanca de los ojos, las encías o las palmas de las manos. Cualquier color inusual en estas áreas debe ser informado a un médico.
  • Consulte con su médico: si sospecha que su hijo tiene ictericia, es probable que su pediatra le realice un análisis de sangre o utilice un dispositivo para medir los niveles de bilirrubina, lo que proporciona una medida objetiva de la gravedad de la ictericia.

Al estar atentos a estos signos, los padres y los médicos pueden detectar las señales de advertencia tempranas de afecciones como la ictericia y garantizar que se administre el tratamiento adecuado cuando sea necesario.